La historia del ‘lumumba’
‘La gente ociosa suele sentirse más cansada que la que trabaja’
(P.Abablard)
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La historia hay que comenzarla por el principio, es decir, por el origen del nombre, y el nombre pertenecía a Patrice Lumumba, un líder anticolonialista y nacionalista nacido en el Congo en 1925, y que llegó a ocupar el cargo de Primer Ministro de la República Democrática del Congo entre junio y septiembre de 1960, tras la independencia del Estado del colonialismo belga. En 1966 fue nombrado héroe nacional.
Lo más curioso es que al poco tiempo de su muerte fue bautizado con su nombre un curioso cóctel que llegó a ser bastante famoso. No se sabe quién eligió el nombre pero al cóctel en cuestión se le llamó ‘Lumumba’. Y la bebida no ofrecía una selecta combinación de licores a modo de innovación, sino todo lo contrario. La sofisticación brillaba por su ausencia. Lo característico de ese cóctel fue su simplicidad. Para muchos significó un buen final de noche para irse a dormir a modo de desayuno alcohólico. Para otros una buena bebida que servía como postre tras una suculenta cena. Y su mezcla era simplemente una combinación de brandy, batido de chocolate y hielo, para batirlo todo y filtrarlo en un vaso de tubo. Para algunos era mucho más suculento si se servía tibio o caliente según la temperatura del lugar en que se tomara.
Sea como fuere la anécdota de hoy cuenta la historia de un camarero que trabajaba conmigo en un bar-cocktelería de cierto prestigio, al que acudían de vez en cuando personas conocidas, famosos y algunos personajes. Entre estos personajes se reunió un día un grupo de modelos, presentadoras, periodistas de la prensa del corazón, actores, en fin, un nutrido y llamativo grupo del que omitiremos sus nombres porque no vienen al caso. Y el caso es que este grupo de personas pidieron unas bebidas y el camarero les atendió amablemente, pero uno del grupo, intentando dar la nota, pidió un lumumba, y hasta aquí todo normal, pero cuando mi colega lo sirvió le comentó que no lo quería servido en vaso de tubo sino en una copa. Inmediatamente le cambiamos el cóctel hacia una copa, pero cuando mi compañero le sirvió de nuevo le dijo que no quería ese tipo de copa sino una copa de balón. Hasta cinco veces tuvo que ir el camarero con cambios hasta que el cliente en cuestión pudo estar satisfecho. La cara del camarero como de la mía que estaba en el bar era de hastío y de resignación ante tal comportamiento de gilipollismo. Pero la cosa no acabó ahí.
Cuando mi compañero llegó a la mesa para servirle por quinta vez el citado cóctel tropezó con el taburete del cliente y derramó todo su contenido por su espalda. Tras excusarse le señaló que le prepararíamos otro inmediatamente. Y se acercó a la barra para pedirme por favor que hiciera otro. Yo le pregunté qué había pasado y me contestó que había hecho ver que tropezaba pero que en realidad le había tirado el lumumba por todo el traje. Y me adviritó: y este que estás preparando también se va a caer encima. Y así fue. Por segunda vez ‘tropezó’ con el taburete y el lumumba cayó en el traje del cliente. Ya se puede imaginar uno la cara de todos sus acompañantes (por no hablar de risas) y de la suya propia. El camarero se excusó varias veces y para calmarle le indicó que no se preocupara porque el local tenía un seguro con el que sería posible enviar el traje a la tintorería.
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LUMUMBA (Receta)
* 4 partes de coñac
* 2 partes de licor de chocolate
* leche
Método: En un vaso largo mezclar todo el contenido con hielo y luego filtrarlo. También se puede servir tibio o caliente.
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